• El abuso de la carne roja procesada aumenta un 51% el riesgo de diabetes
  • Los expertos señalan que hay que buscar la moderación a la hora de comer

Son una de las principales fuentes naturales de hierro, nos aportan diferentes proteínas, vitaminas… y además ¿a quién no le apetece de vez en cuando tomarse un rico chuletón? Pues como todo en la vida, la ‘tentación roja’, ya sea en la forma de un bistec o en las clásicas salchichas, también cuenta con su parte negativa si cometemos excesos. Así se afirma en el número de agosto de la revista ‘American Journal of Clinical Nutrition’, que publica los resultados más amplios que hay sobre este tema. En este informe, los investigadores de Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EEUU) recopilaron diferentes análisis sobre los efectos de este tipo de carne en la salud y actualizaron esos datos con cuestionarios sobre los hábitos alimenticios de miles de personas. Con este proceso, analizaron los resultados de más de 400.000 personas de las que cerca de 30.000 desarrollaron una diabetes tipo 2 en los 20 años que abarca este estudio. Tras ajustar a los pacientes en diferentes parámetros que abarcaban la edad, el índice de masa corporal, los estilos de vida y los hábitos dietéticos descubrieron que era esta última la clave para sus pesquisas. «Tras organizar los resultados descubrimos que tomar diariamente unos 100 gramos de carne roja no procesada -lo que equivaldría al peso de una baraja de cartas- aumentaba en un 19% el riesgo de sufrir este tipo de diabetes», asegura Frank Hu, autor principal del estudio y profesor de nutrición en Harvard. «Sin embargo, los principales daños los encontramos asociados a la carne procesada -como los famosos hot dogs-, pues su riesgo pasa a un 51% con sólo ingerir 50 gramos», añade este especialista.

¿Y qué pasa con el jamón ibérico?

«Estos resultados vuelven a incidir en la importancia de seguir una dieta mediterránea y variada en la que no predomine el exceso de ningún tipo de alimento y, por supuesto, que no se abuse de la carne», explica el director del grupo de nutrición del CiberOBN y médico del Hospital Clínico de Barcelona, Ramón Estruch. «Actualmente se están haciendo investigaciones en las que se comparan los beneficios de una dieta sin nada de grasas y una mediterránea, donde hay grasas vegetales y cárnicas, y es la segunda la que ha dado mejores resultados para la salud», añade este doctor. Sin embargo, todos los especialistas inciden en la importancia de vigilar la cantidad que ingerimos. «Han salido muchos estudios que hablan mal de la carne roja procesada, y es normal porque a la hora de tratarlos consiguen que tengan más grasa y más sal. Esto lleva a que si se abusa de este tipo de alimentos se aumente el riesgo de padecer diabetes o, incluso, cáncer colorrectal», comenta el doctor Estruch. Vistos los riesgos y las ventajas, cabe preguntarse si no es peligroso seguir disfrutando de las famosas lonchas de jamón serrano. «Para nada, además porque por su proceso casi se le llama el olivo con patas», añade este especialista. «Y con el resto de carnes sólo hay que buscar la moderación a la hora de comerlos, pues lo que no es sano no son determinados alimentos, sino nuestros patrones dietéticos». Para este doctor, España predica poco con el ejemplo de su dieta más famosa «pues cada vez comemos más carne y menos pescado, fruta y lácteos, cuando lo ideal es comer dos o tres veces a la semana algo de carne, tanto roja como blanca -la de las aves- y después alimentos más variados». Una variedad que también recalcan los investigadores estadounidenses en las conclusiones de su informe: «Aquellos que sustituyen una porción diaria de carne por una de frutos secos rebajan su riesgo de diabetes en un 21%, si lo hacen por lácteos, llegan a un 17% menos», explica el profesor Hu. «Por otra parte no sólo hay que culpar a los alimentos del desarrollo de ciertas enfermedades», matiza el doctor Estruch, «en el caso de la diabetes no basta con comer poca carne, sino que también es importante no llevar una vida sedentaria y no fumar ni beber en exceso».

Enlace: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/08/10/nutricion/1312991638.html