El síndrome de intestino irritable (SII), es un trastorno digestivo funcional, de curso crónico y recidivante. Se caracteriza por dolor abdominal  aliviado por la defecación o asociado a un cambio en la frecuencia y consistencia de las heces, al menos un 25% del tiempo de la evacuación intestinal (Drossman, Thompson, Talley et. Al. 1990). A veces, resulta difícil su diagnóstico ya que quienes lo padecen informan de sintomatología diversa, diferente a la de otros pacientes.
Este trastorno presenta una alta incidencia, siendo la principal causa de consulta ambulatoria del aparato digestivo, hasta un 70%, así como también representa altos costes personales y sociales asociados, tales como (absentismo laboral, consumo de fármacos, ocupación de las consultas, elevados costos en pruebas clínicas, etc).
En población general, entre un 8 y un 25% tiene síntomas compatibles con un SII, aunque se calcula que sólo entre un 25-40% de los afectados solicitan cuidados médicos (Drossman, Whitehead y Camilleri, 1997). En general, presenta una mayor incidencia en las mujeres, en una proporción de 2,3-1 con relación a los varones.
Algunos trabajos coinciden al señalar que los individuos que más alteraciones emocionales refieren, muestran mayor preocupación por la salud y valoran más negativamente su estado físico, muestran más síntomas de esta enfermedad (Drossman, Whitehead, Toner, Diamant, Hu y Banddiwala, 2000).
En IntraObes, abordamos el tratamiento del SII de forma multidisciplinar desde la medicina, enfermería, nutrición y psicología, trabajando de forma conjunta, para ofrecerle al paciente soluciones a sus necesidades desde los distintos ámbitos.
Los resultados obtenidos tras la intervención multidisciplinar con nuestros pacientes son muy positivos, ya que hemos comprobado que mejoran su autoconfianza, autoestima, seguridad, consolidación de estrategias para afrontar situaciones que les hace aumentar la ansiedad y mejora de su autoevaluación (ejemplo: “soy una persona válida”, “superaré mis problemas”).
A corto plazo, requiere un esfuerzo, como cualquier otro tratamiento en el que se requiere hacer cambios y aprender nuevas estratégias de afrontamiento, pero  a largo plazo, vemos que puede aportar una disminución de la sintomatología propia del SII y llevar a una vida cada vez más plena .
Isabel Rubió
Psicología IntraObes