Si tiene el colesterol alterado estas recomendaciones dietéticas le podrían ayudar: – Evitar la ingesta de carnes ricas en grasa como el cordero, costillas de cerdo, vísceras, pato y embutidos grasos (chorizo, salchichón, mortadela, butifarra, salami, salchichas, etc.). – Evitar la sobrasada, patés, bacón. – Incluir con más frecuencia carnes blancas como el pollo, pavo y conejo. – Retirar la piel de las aves antes de cocinarlas. – Incrementar la ingesta de pescados tanto blancos (merluza, rape, bacalao…) como azules (salmón, sardinas frescas, bonito, jurel, atún…). – Seleccionar todos los lácteos desnatados (leche desnatada, yogur desnatado, queso desnatado o 0% materia grasa). – Los caldos elaborados de partes de animales (huesos, carcasas…) deben dejarse enfriar y desgrasarse eliminando toda la grasa de la superficie. – Consumir de 2-3 yemas de huevo a la semana. Las claras de huevo no contienen grasa y son una buena fuente proteica, pueden consumirse con frecuencia. – Evitar la pastelería y bollería, estos productos son elaborados con grasa (ejemplos: ensaimadas, croissant, churros, donuts, madalenas, pasteles, galletas…). – Evitar los helados cremosos. – Evitar la nata, mantequilla y salsas que lleven estos productos dentro de sus ingredientes (salsa carbonara, salsa bechamel, salsa inglesa, etc.). – No son recomendados los platos pre-cocinados (canelones, lasaña, pizza, guisos…) así como los aperitivos grasos (empanadillas, croquetas, patatas fritas, patatas chips y otros productos empaquetados fritos). – Es importante revisar el etiquetado nutricional de los productos procesados y ver la cantidad de grasa contenida en el alimento y el tipo de grasa utilizada. Cuando no especifican el tipo de grasa vegetal que contienen, suelen ser preparados con aceite de coco y de palma, los cuales no son recomendables. – Utilice aceite de oliva extra virgen para cocinar y aliñar en lugar de grasas animales y/o hidrogenadas (manteca de cerdo, margarina, mantequilla, sebo). – Procure llevar una dieta sana que incluya alimentos naturales sin procesar como las frutas y verduras. Muchos de los alimentos procesados pueden llevar grasa no visible. – Es importante incrementar el consumo de fibra de la dieta mediante alimentos como las legumbres (habas, alubias, garbanzos, lentejas, judías), cereales integrales (pan integral, biscotes integrales, arroz integral, pasta integral…), frutas y verduras tanto cruda como cocida. – Evitar los alimentos fritos, preferir las preparaciones al vapor, horneado, a la plancha, papillote y hervidos. – Es importante realizar actividad física según sus posibilidades: Andar, nadar, bailar, montar bicicleta, subir y bajar escaleras, etc. Nutricionista Dietista Johana Marcela Márquez Á. Fuente bibliográfica: Nutrición y dietética clínica 2ª ed. Jordi Salas-Salvadó, Anna Bonada i Sanjaume, et al. Editorial: Masson. 2ªed. 2008.