Es la conclusión de un estudio publicado en «The New England Journal of Medicine» en el que han intervenido investigadores españoles.

La obesidad y la acumulación de grasa abdominal aumentan significativamente el riesgo de muerte prematura en la población europea. Así lo concluye un trabajo de la red EPIC, en el que han participado científicos del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y que se publica en «The New England Journal of Medicine».

El trabajo se ha basado en el seguimiento durante cerca de 10 años de 359.387 personas de nueve países europeos, entre ellos 39.242 ciudadanos (14.787 hombres y 24.455 mujeres) de Asturias, Guipúzcoa, Navarra, Granada y Murcia. Es el estudio europeo con un mayor número de participantes y el más amplio del mundo en disponer de datos antropométricos completos.

Durante los 9,7 años que duró el estudio murieron 14.723 de los 359.387 participantes. Las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) de 24,3 y los hombres con un IMC de 25,3 son los que presentan un menor riesgo de mortalidad. Las personas con un IMC por encima o debajo tienen un riesgo superior. Sin embargo, a un determinado IMC, un perímetro de cintura superior indica un mayor riesgo de mortalidad.

Los varones con un IMC superior a 35 tienen un 90% más de riesgo de muerte que los que tienen un IMC de 25,3; y los que tienen un IMC inferior a 18,5 también duplican el riesgo de mortalidad. Si se analiza por el perímetro de cintura, los hombres con un perímetro de más de 102 centímetros duplican la probabilidad de morir por cualquier causa que los que tienen un perímetro menor de 86 centímetros.

En el caso de las mujeres, aquellas con un IMC superior a 35 tienen un 65% más de riesgo que las que tienen un IMC de 24,3. Las que tienen un IMC inferior a 18,4 tienen un riesgo de morir un 71% más elevado que las de IMC 24,3. En referencia al perímetro de cintura, las mujeres con un perímetro superior a 89 centímetros tienen un 78% más de riesgo que las que tienen un perímetro menor de 70,1 centímetros.

En todos los casos, a un determinado IMC, un perímetro de cintura superior indica un mayor riesgo de mortalidad. Las personas con un IMC elevado mueren más por problemas cardiovasculares y cáncer; mientras que las que tienen un IMC muy bajo mueren más por problemas respiratorios.

Según los autores, la conclusión más importante es que el sobrepeso y la obesidad, pero también la distribución de la grasa en el organismo, influyen en el riesgo de muerte de cada individuo. Esto explicaría por qué personas con un IMC similar pero con mayor perímetro de cintura tienen más riesgo de muerte.

El hecho que a bajos IMC también aumente la mortalidad se explica por la pérdida de masa muscular, que pesa más que la grasa. Esta pérdida puede deberse a la edad o a enfermedades no diagnosticadas.

Fuente: Jano.es