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La obesidad como amenaza subestimada

Según la European Association for the Study of Obesity (EASO), asociación dedicada a conocer el alcance y la evolución de la obesidad en Europa, son comunes una serie de ideas genéricas erróneas acerca de la naturaleza, impacto, causas y remedios respecto a la obesidad. Los datos se desprenden de una muestra formada por 14.000 personas procedentes de siete países europeos para conocer la percepción que tiene la población acerca de la obesidad. Los resultados del estudio han sido los siguientes: 1. Consideran que las personas de su entorno tienen un peso saludable Muchos europeos que piensan que disfrutan de un peso saludable, en realidad sufren de sobrepeso, y sólo una de cada cuatro personas obesas son conscientes de su situación. Estudios recientes han demostrado que los padres a menudo no tienen en cuenta el peso de sus hijos. 2. Restan importancia a un seguimiento de su peso El estudio muestra que aproximadamente una de cada cinco personas no toma medidas para controlar su peso y aún menos, su ingesta de calorías. Los resultados de la encuesta indican que pocas personas adoptan una actitud correcta para prevenir el aumento de peso, cuidando su alimentación- incluyendo bebidas alcohólicas- y la energía que gastan cuando hacer ejercicio. 3. Piensan que la obesidad no es una enfermedad Entre la comunidad médica existe un creciente reconocimiento de la obesidad como una enfermedad, pero el público en general no es consciente de ello. La obesidad se asocial principalmente con el estilo de vida y hay poca conciencia de la importancia que tienen factores como la genética, los desequilibrios hormonales o la salud mental. 4. Nos son conscientes de que la obesidad causa muchas enfermedades graves La obesidad aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades potencialmente mortales, como el cáncer, los accidentes cardio-vasculares y las enfermedades del corazón, así como las condiciones que afectan la calidad de vida, como la apnea del sueño; sin embargo, muchas personas no son conscientes de estos riesgos. 5. Piensan que la obesidad es menos peligrosa que el tabaquismo Los estudios han demostrado que la obesidad puede reducir la esperanza de vida hasta diez años, lo cual es comparable al impacto para la salud que supone fumar. A pesar de esto, muchas personas piensan que ser obeso entraña menos riesgos que ser fumador. 6. Creen que la dieta y el ejercicio son normalmente el remedio más adecuado para la obesidad El control de la dieta y el aumento de ejercicio puede ayudar a las personas a perder peso pero, en algunos casos -en particular los casos más severos- tienen un efecto limitado. Los tratamientos deben adaptarse a cada paciente, teniendo en cuenta los factores subyacentes a a su obesidad y a la presencia de comorbilidades como la diabetes tipo 2. Estos casos pueden requerir cirugía, medicamentos, apoyo psicológico, alteraciones de estilo de vida o cualquier combinación de los anteriores. 7. Consideran que los sistemas públicos de salud no deberían cubrir los tratamientos contra la obesidad, tales como la cirugía bariátrica Ser obeso aumenta las posibilidades de padecer enfermedades graves. Los tratamientos contra la obesidad son una forma de prevención de cara a muchos casos de comorbilidad, y no sólo puede salvar vidas y mejorar su calidad, sino también reducir costes de salud que puedan producirse a largo plazo. Fuente: Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO)

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