Una investigación realizada en Estados Unidos indica que llevar el control diario de lo que comemos nos puede hacer perder el doble de peso durante una dieta, al ser más conscientes de lo que ingerimos en realidad a lo largo del día

El estudio, llevado a cabo por el Centro de Investigación de la Salud Kaiser Permantene, en Portland, Estados Unidos, y publicado en «American Journal of Preventive Medicine», se realizó durante seis meses en 1.700 participantes que debían seguir una dieta rica en vegetales y baja en grasas, además de realizar media hora diaria de ejercicio.

La media de peso que perdieron durante el periodo mencionado fue de 5,9 kilos, pero se observó una gran diferencia entre los que apuntaban diariamente lo ingerido y los que no lo hacían: los primeros perdieron hasta el doble de peso. Jack Hollis, responsable de la investigación, añade que «cuantos más registros de alimentos incluían en el diario, más peso perdían».

Las razones de este comportamiento podrían ser varias. Por una parte, Keith Bachman, otro de los responsables del mencionado centro de investigación, señala que «el registrar lo que comemos nos hace ser conscientes de nuestros hábitos y pensar que es posible cambiarlos».

Porque se da con frecuencia el caso de que comemos más de lo que creemos, sobre todo entre horas. Se es consciente de lo que aparece encima del plato, pero ese par de galletas «rapiñadas» al pasar por la cocina o esos trocitos de queso comidos distraídamente mientras cocinamos pesan en nuestro estómago, pero no quizá en nuestro cerebro. A la hora de comer, lo hacemos como si estuviéramos en ayunas sin ser cierto.

Podría ser un efecto similar al ya conocido y demostrado de que se come menos si se come despacio, porque se es más consciente de que nos estamos saciando. El apuntar con cuidado todo lo ingerido, incluyendo estos pequeños «regalos» que nos hacemos, nos hace ser más conscientes de lo que hemos comido al final del día.

Otra posibilidad es la influencia que puede tener en nuestro comportamiento el hecho de mostrar nuestros logros y fracasos a los demás, ya que los participantes tenían, no sólo que apuntar todo lo que comían, sino también mostrarlo a los otros participantes en reuniones semanales de apoyo.

Este estudio es una muestra más de la importancia de lo psicológico en el control del peso. Cuestiones como marcarnos objetivos, controlarlos, mostrar nuestros éxitos a los demás e intentar cambiar hábitos son fundamentales a la hora de adelgazar. No todo es medicación, hormonas y cálculo de calorías.

Fuente: Adelgazar.net