La crisis económica por la que estamos pasando, nos afecta a todos más directamente de lo que pensamos.
En los supermercados se ponen a la venta alimentos cada vez más económicos, para que sean accesibles a los bolsillos menos llenos. Esto implica en muchos casos, rebajar la calidad de los mismos, empleando un mayor contenido en grasas para su elaboración.
El nivel socioeconómico y cultural de las personas es determinante en la aparición de la obesidad porque si nos paramos a pensarlo, una alimentación sana sale más cara.
También es cierto, que si se dispone de tiempo e inquietud para cocinar, se pueden elaborar platos sanísimos y baratísimos, pero la pena es que la sociedad se está acomodando y prefiere lo rápido y que requiera poco esfuerzo. Esto al final, se puede terminar pagando con unos quilos de más.
Llevar a cabo un estilo de vida saludable es tan fácil como poner en práctica la Dieta Mediterránea, siguiendo así una alimentación equilibrada y variada, acompañándola cómo no, de una vida activa así como de ejercicio físico.
Pero la crisis económica, afecta a la obesidad no sólo a nivel alimentario, sino también a nivel laboral.
A nuestras clínicas, acuden personas con sobrepeso u obesidad, que se sienten discriminadas a la hora de encontrar empleo ya que si se presentan mil personas para una selección de personal, a ellas en muchos casos, se les descarta por su peso. ¿Cuánto tiene de realidad su sensación de estigma?
Yo desde luego no lo sé, pero sí es cierto que el estigma existe en nuestra sociedad.
Cuando hablo con los pacientes que acuden a nuestras consultas con el objetivo de perder peso, la mayoría lo hacen primero por salud pero también por imagen.
Me da la impresión, de que navegamos en masa por un mar de espejismos que nos terminamos creyendo y al final incluso los fomentamos, cediendo ante los cánones sociales, para no terminar remando contra corriente.
Considero que tenemos que creer más en nosotros mismos y sentirnos como parte de la sociedad y no fuera de ella, seamos como seamos, priorizando siempre la salud por encima de todo.
Isabel Rubió