Desde la Universidad Complutense de Madrid, la Dra. Rosa Ortega, catedrática de Nutrición, nos explica que âla creencia de que el colesterol del huevo aumenta el colesterol plasmático en personas sanas se forjó, cuando se empezaron a estudiar los factores de riesgo cardiovascular y se observó que el exceso de grasa saturada y colesterol podÃa tener ese efecto. Esto es cierto, pero con matices, porque influyen numerosos factores. Lo que sabemos hoy es que en una persona sana, que sigue una dieta equilibrada, lo que realmente le eleva el colesterol es el exceso de grasa saturada y, el huevo es uno de los alimentos de origen animal que menos tieneâ?.

Asà como, apunta Basilio Moreno, jefe de la Unidad de Obesidad del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), âla clara de huevo tiene un alto contenido en albúmina, sustancia nitrogenada que es muy aconsejable para el crecimiento de los niños y para los adultos que necesitan una fuerte aportación proteica. En personas sanas y situaciones normales, lo mejor es ingerir el huevo completo, sin separaciones, y si se tiene el colesterol alto hay que ser prudente y sobre todo restringir el consumo de yemasâ?.

Las proteÃnas del huevo tienen tal calidad nutricional que la Organización Mundial de la Salud (OMS) las utiliza como patrón de referencia para valorar las proteÃnas de otros alimentos.

Aun asÃ, su consumo desciende en España por el desconocimiento de los beneficios que aportan sus casi cuarenta componentes y por la creencia errónea de que en personas sanas aumenta el colesterol.
Un simple huevo aporta casi la mitad de los aminoácidos esenciales que necesita el organismo, un buen número de vitaminas y minerales y pocas grasas saturadas.
(El PaÃs Salud. Enero 2008)