La flatulencia o meteorismo es un exceso de gases en el intestino que causa espasmos intestinales y distensión abdominal (se hincha el abdomen). El gas del intestino procede del que se ingiere al tragar o deglutir y del que producen naturalmente las bacterias de la flora intestinal. Todos padecemos gases en un grado u otro, aunque unas personas son más susceptibles que otras. La flatulencia puede corregirse, en algunos casos, reduciendo o eliminando de la dieta habitual ciertos productos alimentarios que contribuyen a producirla. Con frecuencia, el exceso de gas va unido a comer deprisa, tragar demasiado aire mientras se come, una indigestión, un cambio brusco en la alimentación en cuanto al contenido de fibra, al exceso en el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono (arroz, pastas alimenticias, patata, pan, cereales, galletas, etc.), la ingestión habitual de grandes cantidades de alimentos ricos en proteínas, grasas, fibra, bebidas gaseosas y la ingesta de alimentos flatulentos. El empleo de antibióticos que desequilibran la flora intestinal también puede favorecer la producción de gas. Sin embargo, en otras ocasiones es un síntoma más de ciertas alteraciones o enfermedades, entre las que destacan el estreñimiento ocasional o crónico, la intolerancia a la lactosa (si se toma leche, surgen molestias digestivas), la gastritis, la úlcera gástrica y la enfermedad de Crohn, etc. También la ansiedad y el estrés pueden producir una acumulación de gases, puesto que ambos factores conducen a deglutir aire y acelerar los ritmos intestinales. RECOMENDACIONES PARA DISMINUIR EL METEORISMO O FLATULENCIA: – La flatulencia se puede prevenir o mejorar mediante una alimentación adecuada, evitando comidas copiosas, muy condimentadas o fuertes, así como reduciendo la toma de bebidas gaseadas y mejorando la digestibilidad de los alimentos que se consideran flatulentos (ciertas verduras y todas las legumbres) mediante la técnica culinaria y la condimentación más apropiadas. – Para disminuir la posibilidad de que las legumbres causen flatulencia, dejarlas en remojo prolongado (mayor de 8 h) y romper el hervor a mitad de cocción retirando la cazuela del fuego durante unos minutos, o bien, añadiendo agua fría al agua hirviendo. Si aun así sientan mal, probar a pasarlas por el pasapurés o por el chino para quitarles la piel. Si las legumbres se mezclan con verduras o con patatas resultan más suaves, y si se les añade durante la cocción condimentos  como comino, romero, tomillo o hinojo, entre otros, se facilita su digestión y se reduce el cúmulo de gases. – Evitar las bebidas gaseosas (aguas carbónicas, colas y refrescos gasificados, cerveza y cavas). – Los edulcorantes artificiales, como el manitol, xilitol y el sorbitol, también son agentes productores de gases. Estos se encuentran sobre todo en los caramelos y en los chicles o en bebidas sin azúcar. – Evite los medicamentos efervescentes. – Tomarse el tiempo necesario para comer, masticar de forma adecuada y con la boca cerrada, comer despacio, sin prisas, no hablar mientras se come y realizar ejercicio físico son también aspectos fundamentales para la prevención de los gases. – Beber despacio y a tragos pequeños para evitar ingerir gran cantidad de aire. – Evitar los alimentos o platos muy grasos: alimentos fritos y rebozados (con exceso de aceite), guisos y estofados grasos, salsas con exceso de grasa (nata, mantequilla, manteca, tocino, quesos fuertes…), pastelería y bollería grasas (de hojaldre u hojaldradas, de masa quebrada, con mantequilla, cremas de nata, chocolate, etc.). – Evitar las verduras flatulentas (col, coles de Bruselas, brócoli, cebolla cruda, puerro, coliflor, pepino, pimiento crudo, rábanos, nabos, espárragos, habas, guisantes,…) así como las legumbres cocinadas con ingredientes grasos de origen animal (chorizo, morcilla, tocino…). – El yogur contiene bacterias que ayudan a equilibrar la flora del intestino por lo que están especialmente recomendados. – Evitar las bebidas con cafeína. – Incluir después de una comida o durante el día infusiones de poleo y menta, canela, anís, cardamomo, salvia o de hinojo, o bien añadir unos granos de anís verde, hinojo o comino a una infusión de manzanilla, ya que ayudan a la digestión, y de hierbabuena, que relaja los músculos del intestino grueso, lo que ayuda a aliviar la molestia del exceso de gases. – Consumir piña y papaya, cuyas enzimas ayudan a la digestión y evitan la formación de gases. – En caso de estreñimiento, introducir progresivamente los alimentos ricos en fibra (acompañada de una adecuada hidratación, 1,5-2 litros líquido/día): verduras cocinadas enteras o en puré, ensaladas, frutas frescas, cereales integrales, frutos y frutas secas. – Preferir las preparaciones al vapor, hervidos, cocidos, escalfados, rehogados, a la plancha, al horno y papillote. – Hierbas aromáticas que ayudan a la digestión: Romero, salvia, tomillo, semillas de hinojo o hinojo fresco (bulbo parecido a una cebolla) y toronjil. – El vinagre y el aceite (de oliva y de semillas) pueden ser macerados con hierbas aromáticas mencionadas. – Evitar las especias fuertes: Pimienta (negra, blanca, cayena y verde), pimentón, guindilla. – Evite reclinarse después de comer. – Evite masticar chicles y chupar caramelos duros.

Fuente: http://revista.consumer.es/web/es/20060701/salud/70543.php

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