La enfermedad de Crohn es una afección caracterizada por la inflamación de ciertas partes del tubo digestivo. Afecta al extremo inferior del intestino delgado y el comienzo del grueso, aunque también puede ocurrir en cualquier otra parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el extremo del recto (ano), con la consiguiente posibilidad de aparición de fisuras, fístulas y abcesos. Es una enfermedad catalogada como enfermedad intestinal inflmatoria (EII). Los factores que pueden influir en su aparición, son: tendencias genéticas, factores ambientales, la tendencia del cuerpo a reaccionar de forma exagerada ante bacterias normales en el intestino y ante otros factores como el tabaquismo.

 

Su causa es desconocida. La mayoría de las personas con esta enfermedad pueden llevar una vida normal si se ajustan a las medidas terapéuticas.
 
Los principales síntomas de esta enfermedad son: dolor abdominal, cólicos, fiebre, fatiga, inapetencia, sensación de que se necesita defecar, diarrea acuosa tal vez con sangre. Por otro lado, también puede generar pérdida de peso, estreñimiento, úlceras o inflamación en los ojos o manifestaciones cutáneas, de entre otros. Estos síntomas pueden fluctuar entre intensidad leve, moderada o grave y pueden aparecer y desaparecer en el tiempo.
 
Su tratamiento a nivel farmacológico, sigue siendo la base, e incluye diversas familias de fármacos. Por otro lado, se puede llegar a precisar de tratamiento quirúrgico, el cual consiste en extirpar la parte afectada del intestino. En la actualidad se están introducieno líneas novedosas de investigación como son: los Tratamientos Biológicos, la Infección por Microbacterias, o el Uso de las Larvas de Nematodos.
 
Sabemos que el estrés juega un papel importante como desencadenante y/o agravante de la sintomatología de esta enfermedad. La reacción ante el estrés que tenga la persona, no sólo dependerá de la valoración de las consecuencias negativas que prevea, sino también de las estratégias de afrontamiento que se tengan disponibles. Es por ello, que la terapia psicólogica en estos casos, juega un gran papel.
 
El tratamiento psicológico consistirá en aportar al paciente información sobre su enfermedad, estrategias de afrontamiento ante el estrés (relajación muscular…), habilidades sociales (asertividad…), técnica de resolución de problemas, manejo de los pensamientos negativos ante la aparición de un brote.
 
La enfermedad de Crohn es considerada como una efermedad no curable, pero sí es controlable. Te animamos a que acudas a tu especialista para su buen manejo.
 
M. Isabel Rubió Gavidia, Psicóloga de intraObes
 
Fuentes: Salud ediciones
De Dios, M.J., Barrón, A., Arias, A. y Braschi L. (2012). Estrés y enfermedad de Crohn: diferencias entre enfermos de Crohn con brote, sin brote y personas sanas. Revista Ansiedad y Estrés, Vol. 18 (2-3), 167-176.