El ejercicio físico resulta muy positivo para la salud general.

Sus efectos se traducen en una vida más larga. Las personas que realizan una actividad física regular y  moderada pueden incrementar de media dos años de su vida, mejorando también la calidad de ésta. Pero la reducción de la mortalidad parece que está asociada especialmente con la actividad actual y no con el ejercicio que se practicó en el pasado.
Nosotros, aconsejamos realizar ejercicio diariamente. Se puede empezar con sólo 30 minutos de ejercicio al día (e incluso menos), para reducir el riesgo de sufrir diversas enfermedades crónicas de entre otros objetivos.
Explicación que ofrecemos a nuestros pacientes acerca de los beneficios físicos y psicológicos del deporte:
Efectos físicos del ejercicio
El ejercicio aeróbico se ha relacionado con una mejora de la actividad cardiovascular y una disminución del riesgo de padecer infartos de miocardio. En las personas que han sufrido un infarto de miocardio y participan posteriormente en programas de ejercicio aeróbico, se observa una reducción rápida de la capacidad de esfuerzo y de la actividad del sistema nervioso parasimpático, importante para conseguir la normalización de los índices cardiovasculares tras sufrir estrés.
Parece proteger a las personas de los tipos de cáncer que están asociados al sobrepeso, y en especial del cáncer de colon. Por otro lado, disminuye el riesgo de cáncer de próstata, muerte por cáncer de pulmón y de mama y previene la osteoporosis. También previene la diabetes y optimiza el peso corporal.
Efectos psicológicos del ejercicio físico
Además de los beneficios de la salud física, el ejercicio es un amortiguador del estrés puesto que actúa reduciendo el impacto de los sucesos importantes. Además, después de aproximadamente media hora de haberlo realizado produce una disminución de la ansiedad, que tiene una duración de unas cuatro horas. El efecto relajante se produce especialmente cuando el ejercicio es de intensidad moderada pero no resulta agotador. También reduce los síntomas depresivos y mejora el estado de ánimo.
Los efectos relajantes del ejercicio pueden deberse en parte a la actuación de neurotransmisores como la noradrenalina, serotonina y dopamina; a la liberación de endorfinas, etc. Sin embargo, hay otros procesos psicológicos que pueden influir en la mejoría de la salud mental a través del ejercicio, como por ejemplo:
•    Aumento de la autoeficacia
•    Aumento de la autoestima
•    Sensación de control sobre el propio cuerpo
•    Liberación de tensión
•    Contacto con otras personas
A pesar de los múltiples efectos positivos del ejercicio, realizarlo tiene ciertos riesgos potenciales como la “adicción al ejercicio” que sería una necesidad patológica y compulsiva de realizarlo con una intensidad y frecuencia excesivas. Las personas con este problema suelen tener rasgos obsesivos de personalidad y síntomas de trastornos de la conducta alimentaria.
Para que el ejercicio no se convierta en una obsesión, lo mejor es planificar días de descanso, por ejemplo un día o dos a la semana realizar otro tipo de actividad y en otro contexto.
Isabel Rubió
Psicología Intraobes