Mi vida después de un Bypass Gástrico

La decisión de someterse a un bypass gástrico no fue fácil. Después de años luchando con mi peso y las complicaciones de salud asociadas, esta cirugía representaba una luz de esperanza, pero también un gran miedo al cambio. Ahora, meses después de la intervención, comparto mi experiencia con la esperanza de que pueda iluminar el camino para otros en una situación similar.

Los Primeros Días: Una Mezcla de Emociones y Dolor

Los primeros días después de la cirugía fueron, sin duda, los más difíciles. El dolor y la incomodidad física, junto con la adaptación a una dieta líquida estricta, fueron desafiantes. El apoyo de mi equipo médico y de mis seres queridos fue fundamental. Aprendí la importancia de seguir las indicaciones médicas al pie de la letra para evitar complicaciones y favorecer una recuperación óptima.

Adaptación a Nuevos Hábitos Alimentarios

Una de las mayores esfuerzos de adaptación fue en mi alimentación. El bypass gástrico requiere cambios significativos en la dieta, no solo en las primeras semanas postoperatorias sino de por vida. Aprender a comer pequeñas porciones y a identificar señales de saciedad fue un proceso. Inicialmente, tuve algún atasco y algún episodio de síndrome de dumping, debidos a comer demasiado rápido o consumir alimentos muy azucarados, que me enseñaron a ser más consciente de mis elecciones alimentarias.

La Importancia del Apoyo Psicológico

Emocionalmente, el proceso ha sido una montaña rusa. La pérdida de peso rápida trae consigo una sensación de euforia, pero también momentos de ansiedad y miedo al efecto rebote. El apoyo psicológico ha sido clave para mantenerme enfocada y adaptarme a mi nueva imagen corporal. Participar en grupos de apoyo a distancia me ha ayudado a comprender que el bypass gástrico no es una solución mágica, sino una herramienta en mi viaje hacia una vida más saludable.

Los Cambios Físicos y la Mejora en la Calidad de Vida

Los cambios físicos han sido notables. No solo he perdido una cantidad significativa de peso, sino que he visto mejoras en condiciones asociadas a la obesidad, como la hipertensión y la diabetes tipo 2. Mi energía ha aumentado, permitiéndome disfrutar de actividades que antes me resultaban difíciles o incómodas, desde caminar largas distancias hasta jugar con mis hijos sin quedarme sin aliento.

El Ejercicio: Un Pilar Fundamental

El ejercicio se ha convertido en una parte esencial de mi rutina. Inicialmente, me centré en actividades de bajo impacto como caminar y nadar. Con el tiempo, y conforme mi condición física mejoró, incorporé entrenamientos de fuerza para ayudar a tonificar mi cuerpo y mejorar mi masa muscular. El ejercicio no solo ha sido crucial para mantener la pérdida de peso sino también para mejorar mi estado de ánimo y autoestima.

Mirando Hacia el Futuro

Mi vida después del bypass gástrico ha sido un viaje de redescubrimiento de mi misma y crecimiento personal. Aunque no ha estado exenta de desafíos, los cambios positivos en mi salud y bienestar han valido cada esfuerzo. He aprendido que la cirugía fue solo el inicio; el verdadero trabajo viene después, en el día a día, tomando decisiones saludables y comprometiéndome con un estilo de vida activo.

Para aquellos que consideran el bypass gástrico, mi consejo es que se informen bien, consideren los pros y los contras, y busquen un equipo médico de confianza. La cirugía puede cambiar tu vida, pero el compromiso personal con el cambio es lo que realmente marca la diferencia.

 

REDACTADO POR ANA. ESCRITORA PROFESIONAL Y PACIENTE.

Muchas gracias Ana

Dr MA Escartí

Cirujano Bariátrico y Metabólico