Una vez que se decide practicar una cirugía bariátrica (cirugía de la obesidad), se debe tener en cuenta que independientemente de la técnica quirúrgica (plicatura gástrica, manga gástrica, banda gástrica, bypass gástrico, derivación biliopancreática…), se combinan varios factores que incrementan el riesgo de presentar deficiencias nutricionales. Sin embargo, dichas deficiencias son predecibles, prevenibles y tratables. FACTORES QUE FAVORECEN EL DESARROLLO DE DEFICIENCIAS NUTRICIONALES

 

  • Deficiencias nutricionales preexistentes en el paciente candidato a cirugía bariátrica: el consumo excesivo de calorías no supone un adecuado consumo de alimentos de alta calidad nutricional como las frutas, verduras, cereales integrales y otros alimentos no procesados de alto valor nutritivo. Muchos de los pacientes con obesidad tienen deficiencias nutricionales preexistentes y estás son conocidas en el momento que se realizan pruebas bioquímicas para determinar su estado nutricional. Dichas deficiencias deben ser resueltas antes de que el paciente sea intervenido quirúrgicamente.
  • Rápida pérdida de peso: la cirugía bariátrica permite una rápida pérdida de peso y es por ello que el paciente debe mantener un seguimiento frecuente por parte del equipo multidisciplinario para garantizar una adecuada evolución e identificar cualquier riesgo nutricional.
  • Disminución de la ingestión de alimentos por limitada capacidad gástrica: uno de los objetivos que persiguen las técnicas restrictivas (manga gástrica, plicatura gástrica, banda gástrica, balón intragástrico…) es que el paciente tolere pequeñas cantidades de alimento por toma. Si el paciente selecciona mal los alimentos (productos densamente calóricos) y lleva dietas desequilibradas puede presentar deficiencias nutricionales y no lograr una adecuada pérdida de peso. Es necesario que el individuo asista a los controles con el nutricionista para que reciba una correcta educación dietética y aprenda a seleccionar los alimentos que más le convengan para mantener un correcto estado nutricional y una adecuada pérdida de peso (alimentos de alta calidad nutritiva e hipocalóricos).
  • Tipo de técnica quirúrgica: los procedimientos netamente restrictivos (mencionados anteriormente) generan el menor impacto en la absorción de vitaminas y minerales, debido a que no hay derivación en ningún segmento del intestino. Los procedimientos malabsortivos (derivación biliopancreátrica) y/o mixtos (restrictivos/malabsortivos, bypass gástrico) tienen el mayor impacto en la absorción de nutrientes, ya que persiguen ese fin. De acuerdo a la técnica realizada y a las características individuales del paciente se prescriben los suplementos de vitaminas y minerales necesarios. Se harán pruebas bioquímicas (análisis de laboratorio) periódicamente para conocer el estado nutricional del paciente y si es necesario, ajustar la suplementación.
  • Falta de seguimiento de las indicaciones dietéticas:

–  Náuseas y vómitos: se pueden presentar por comer demasiado rápido, no masticar lo suficiente los alimentos, mezclar líquidos con sólidos o ingerir una cantidad de alimento que supere la capacidad del reservorio gástrico (tamaño del estómago). A veces, se desencadenan tras introducir un alimento nuevo. En general, con una reeducación adecuada estos problemas se resuelven.
–  Diarreas: están asociadas a las técnicas quirúrgicas malabsortivas (bypass gástrico, derivación biliopancreática…). Es normal que tras la cirugía se realicen entre 2 y 5 deposiciones diarias, frecuencia que disminuye con el paso del tiempo. La presencia de diarrea está ligada al contenido graso de la dieta. A mayor consumo de alimentos grasos  mayor presencia de diarreas y/o urgencias fecales.
–  Síndrome de dumping (se acompaña de sudoración, frialdad, debilidad, malestar general, náuseas y/o vómitos): la ingestión de bebidas y alimentos azucarados puede desencadenar este cuadro, por tal razón, deben evitarse.
–  Sabotaje alimentario: selección de alimentos hipercalóricos tolerados (chocolate, helados, papas, patatas fritas, postres grasos, nata, embutidos grasos…) frente a alimentos recomendados (frutas, verduras, carnes magras,  pescados, mariscos, lácteos desnatados, cereales…). El sabotaje alimentario conduce a dietas desequilibradas e incrementa el riesgo de presentar deficiencias nutricionales y de no obtener una adecuada pérdida de peso tras la cirugía bariátrica.

  • Falta de cumplimiento de vitaminas y minerales recetados: algunos pacientes a pesar de recibir las indicaciones nutricionales, una vez que se operan, creen no necesitar suplementos, pues su objetivo es la reducción de peso. Es importante que el paciente siga la suplementación nutricional el tiempo que el médico lo considere necesario. En algunos procedimientos quirúrgicos (Bypass gástrico, derivación biliopancreátrica…) la suplementación es de por vida.
  • Intolerancias alimentarias: algunos pacientes presentan intolerancias a determinados alimentos (carnes rojas, pan blanco, arroz…). Es necesario que el paciente acuda a las visitas programadas por el equipo interdisciplinario para identificar los alimentos no tolerados y reemplazarlos por otras fuentes dietéticas que permitan cubrir sus necesidades nutricionales.
  • Mujeres en edad fértil: las mujeres que presentan menstruaciones abundantes pueden requerir suplementos adicionales de hierro, además de un correcto seguimiento de las pautas dietéticas suministradas por el nutricionista.
  • Embarazo: las mujeres que deseen quedar en embarazo tras la cirugía bariátrica deberán llevar un seguimiento continuo por parte del equipo interdisciplinario para garantizar una adecuada nutrición y suplementación de vitaminas y minerales, ya que éste grupo de pacientes tiene un mayor riego de presentar deficiencias.
  • La baja ingesta de lácteos puede favorecer la deficiencia de calcio. Los productos lácteos deben incluirse en la dieta en sus presentaciones desnatadas (leche desnatada, yogur desnatado, queso 0% materia grasa) y enriquecidos con vitamina D. Factores adicionales de riesgo de deficiencia de calcio y vitamina D son: la actividad física disminuida, que lleva a un descenso de la exposición a la luz solar (los rayos de sol permiten la síntesis de vitamina D en la piel tras exposición a los rayos ultravioleta).
  • Alcohol: favorece el desarrollo deficiencias de vitaminas y minerales (vitaminas B1, B6, B12, B9, magnesio, fósforo, zinc, hierro) así como fomenta una disminución de la masa ósea. Los pacientes sometidos a cirugía bariátrica están fácilmente expuestos a una intoxicación aguda tras la ingestión de etanol o a un mayor riesgo de desarrollar adicción. Además, el alcohol aporta calorías vacías y evita la oxidación de las grasas, disminuyendo la eficacia de la pérdida de peso. Por tanto, el consumo de alcohol no está indicado.

En conclusión, es importante un adecuado seguimiento de los pacientes a corto y largo plazo con el objetivo de prevenir la aparición de deficiencias de vitaminas y minerales. Es muy relevante enfatizar sobre la adecuada adherencia de los pacientes a las indicaciones dietéticas y a la suplementación indicada. Dietista Nutricionista Johana Marcela Márquez Álvarez Fuente bibliográfica: Savino P, Zundel N, Carvajal C. Manejo nutricional perioperatorio en pacientes con cirugía bariátrica Rev Colomb Cir. 2013; 28:73-83. Gómez A. Cirugía Bariátrica, Problemática nutricional asociada. Farmacia Profesional.  Vol. 26, Núm. 2, 2012; Marzo-Abril. Stavra A. Xanthakos. Deficiencias nutricionales en obesidad y tras cirugía bariátrica. Pediatr Clin N Am 56. 2009; 1105–1121. Rubio M.A. y Moreno C. Implicaciones nutricionales de la cirugía bariátrica sobre el tracto gastrointestinal. Nutr Hosp. 2007;22 (Supl. 2):124-34