En la cámara de una banda gástrica caben unos 12 mililitros de líquido (suero estéril con un polímero que impide que a largo plazo la silicona permee). Sin embargo el espesor de la pared gástrica y de la grasa perigástrica hacen que el volumen necesario para dejar la misma luz de paso en dos pacientes difiera a veces bastante.
Por tanto el volumen de ajuste debe hacerse de forma individualizada.
El ajuste debe hacerse cuando pese a que el paciente come 5-6 veces al día, hace dieta seca y come la proporción de hidratos, proteínas y lípidos que recomienda la pirámide alimentaria y nuestro equipo, cuando come la cantidad recomendada se queda con hambre. En ese momento al ajustar la banda aumenta el tiempo de vaciamiento gástrico lo que lleva a una mayor sensación de plenitud con una cantidad menor.
Pero recuerda querido bandeado/futuro bandeado/curioso que el ajuste exige previamente que el paciente haga un esfuerzo por tener unos hábitos alimentarios correctos. Si el cirujano ajusta cuando el paciente no pierde y come de todo «premia» su indisciplina y probablemente la situación se repetirá en breve.