Los alemanes organizan los Congresos a medio camino entre la austeridad admirable y la cutrez sonrojante. Comimos toda la semana de pie una comida pésima, mientras con un pie sujetabas la bolsa de la documentación y a la vez intentabas cortar la carne alemana -dura¡- con los cuchillos de plástico. En semejante cirugía compleja estaba, cuando un compañero español y yo pudimos hablar -y compartir pan- con el Dr Talebpour, el inventor de la plicatura. Talebpour (de cuyo nombre de pila no me acuerdo), es un iraní no muy alto y con pinta de muy buena persona. Habla un francés arabizado muy agradable. Le preguntamos cosas que no se suelen preguntar en los congresos, por ejemplo si la causa de desarrollar la técnica era el ahorro, me miró y me dijo «bueno, es sencilla, es efectiva, es segura y además, es barata, ¿y por qué no intentarlo?» (me dijo también que en algunos centros de EAU y Arabia la hacían por más precio que otras técnicas y sin embargo se hacía bastante).

Nos contó que llevaba 500 hechas y de ellas casi 300 con 5 años de seguimiento con pérdidas de peso comparables a la gastrectomía tubular. Le preguntamos acerca de las suturas a largo plazo y nos enseñó en su ordenador vídeos de reintervenciones y endoscopias tras 4-5 años de la cirugía con los puntos en su sitio (en la reintervención vemos los puntos «por fuera» y en las endoscopias «por dentro»).

Si sus resultados se comprueban en otros centros y casan con los que vayamos obteniendo, es posible que en pocos años jubilemos técnicas más complejas y menos efectivas (por ejemplo la banda gástrica e incluso tal vez el tubo).
El tiempo pondrá cada técnica en su sitio.

Un abrazo.
Miguel Ángel Escartí Usó