Reinaba en Al Andalus, el califa Abderramán III. Y en León, Sancho (El Craso), octavo monarca del reino.
Según unas crónicas el rey Sancho pesaba 21 arrobas; unos 240 kg.
Cuenta la Historia que Sancho no llevaba aún un año en “…posesión del cetro, cuando estalló una conjuracion en su mismo ejército, declarándole inhábil para manejar las riendas del gobierno por impedirle su excesiva grosura blandir la espada contra los sarracenos”1, “ponerse la armadura y mucho menos subir a su caballo”2 o “yacer con una mujer para asegurar su descendencia”3 .
“…y D. Sancho, conocido en la historia por el Craso, se vió precisado á huir desde Leon á Pamplona …”1 donde su abuela Toda decidió contactar con Abderramán III para que uno de sus médicos ayudara a Sancho con su problema. Así, “Desde Pamplona…pasó á Córdoba D. Sancho…”1.
Fue en Córdoba, donde uno de los médicos del califa, un judío llamado Hasday Ibn Shaprut ayudó a D. Sancho a perder la mitad de su peso.
La técnica que le practicó hoy nos parece bárbara pues le cosió los labios excepto una pequeña parte por donde cabía una pajita con la que ingería los líquidos que el galeno le preparaba: siete infusiones al día, todas ellas de origen vegetal. Pero además, le tuvieron encerrado “en una habitación, donde le amarraron pies y manos a la cama, tan solo le sacaban de su cautiverio para obligarle a realizar largos paseos, en los que era tirado con cuerdas por esclavos, mientras Sancho caminaba sujeto a un andador. Cuando el ejercicio terminaba le obligaban a tomar interminables baños de vapor…”4 y se le practicaron masajes para que su piel recobrase la firmeza.
No está claro cuánto duró el tratamiento, la mayoría de los tratados hablan de 40 días, otros señalan que unos seis meses, que bien podrían haber constituído el tiempo de seguimiento del paciente y la reeducación de su forma de comer.
En lo que sí coinciden las crónicas es en que Sancho volvió a León y recuperó su trono, “… auxiliado luego por el rey de Navarra) y Abderrahman, con quien habia hecho amistad estrecha, …”1
El cerclaje mandibular para la pérdida de de peso (suturar las mandíbulas con alambre de acero) se practicó hasta principios del siglo XX. Se dejaba una cañita para que el paciente pudiera tomar líquidos y purés finos. Aún hoy en algunos países de de sudamérica se sutura una malla a la lengua para impedir la ingesta o hacerla dolorosa.
Los pacientes con cerclaje recuperan el peso perdido en 1-2 años porque no modificaban los habitos alimentarios ni su estilo de vida.
BIBLIOGRAFÍA:
1CRÓNICA DE LA PROVINCIA DE LEÓN por D. José García de la Foz, Madrid 1867, Ed. Rubio y Compañía
2 https://franciscojaviertostado.com/2021/02/23/el-cruel-ayuno-de-sancho-i-el-craso-el-gordo/
3 https://arqueologiadelamedicina.wordpress.com/2018/10/08/la-primera-dieta-de-la-historia-2/
4https://espanafascinante.com/historia/sancho-i-de-leon-el-gordo/
Más sobre este rey leonés en:
https://dbe.rah.es/biografias/7394/sancho-i; https://www.vidanuevadigital.com/2019/07/28/sancho-i-el-craso-el-rey-cristiano-que-pidio-ayuda-a-abderraman-iii-para-perder-100-kilos-y-recuperar-leon/; https://www.enredando.info/sancho-el-craso-o-el-declive-de-la-monarquia-leonesa/; https://narcolepticos.com/sancho-i-de-leon-el-gordo/; http://lamedicinaylacorte.blogspot.com/2015/05/sancho-i-de-leon-el-craso.html; https://www.condadodecastilla.es/personajes/sancho-i-leon/; https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/curacion-sancho-el-craso/20040819020000731371.html