Este post de nutrición es muy actual. Desde hace unos años a muchas personas desgraciadamente les cuesta mucho hacer frente a una cesta de la compra digna. Otros gozan de mayor suerte y pueden seguir comprando todavía alguna delicatessen (cara) o diriamente permitirse sus licencias sabrosas y calóricas. A ello me refiero. A cómo poder hacer una compra en el super sin acabar comprando alimentos ya procesados con azúcares y grasas de más, aunque el reclamo sea «listo para tomar». Pensemos, los cereales como el arroz, el pan, la pasta, las legumbres, la leche, los huevos ¿qué son? son alimentos básicos que siempre están ahí. Cuánto menos procesados más baratos. Hay que fijarse bien en el tipo envase, no es lo mismo papel de plata, cartón, tetrabrik, plástico, vidrio, lata…los más procesados necesitan estar en envases que les permitan unas condiciones de conservación más delicadas y menos perecederas con el fin de aguantar mayor tiempo de conservación y también son más caros por el tipo de envase (ya que su reciclado es más costoso) por ejemplo las latas y plásticos (lentejas estofadas, fabada asturiana, tomate frito, ensaladillas, pizzas, salsas…) en cambio el pan de barra (a diferencia del pan envasado en bolsa de plástico llamado de barra tipo horno, cortado, tipo hogaza, molde etc.) suele salir más económico y tenemos por barra 250 gramos de un cereal básico de consumo diario, carbohidrato por excelencia, fuente de energía y no a expensas de grasa! Yo me fijo en esto y cada vez las cadenas de alimentación van ajustando sus costes y ellos también cambian sus etiquetados y sus envases. Fijáos y veréis… Mejor comprar 1 kilo de arroz (donde pueden comer varias personas) que un arroz ya cocinado (he visto algo que denominan «paella» precocinada, no la recomiendo ni a un esquimal) o arroz hervido en tarrinas para microondas, incluso salteado de arroz con verduras congelado «rehogar y listo» (este último enmascara grasas y encima contiene poca ración de arroz o verduras o proteína o lo que lleve) etc. Lo mismo ocurre con la pasta, siempre saldrá más económico unos espaguetti  secos que pasta fresca refrigerada o más cara y más calórica la rellena sobre todo si es de primera marca… También las legumbres cocinadas como las hacían nuestras abuelas o algunas madres todavía, mejor dejarlas la noche anterior a remojo (¿quién no ha visto una fuente con garbanzos en agua, verdad?) que comprar unas lentejas ya cocinadas con su chorizo y otras grasas que suben las calorías de la ración por las nubes; sí hay una opción intermedia que es comprar las legumbres envasadas en tarros de cristal, donde el medio de conserva que pone industria es sólo sal, bastaría enjuagarlas bajo el grifo para retirar ese exceso de sal y se consumen al momento. No son caras las conservas en cristal. Algunas marcas blancas de ciertos supermercados las tiene de buena calidad. También las frutas de temporada están siempre a mejor precio que las que no lo son o son de países tropicales o lejanos. Lo mismo le ocurre a la verdura fresca de temporada, una manera de comer durante todo el año de todo ajustándonos a la época de cultivo, en invierno toca comer naranjas, plátanos, manzanas y peras ¿por qué? porque es la fruta que sale en invierno, no vale decir «ahora me apetece» fresas o melón, cuando sabemos que éstas vienen en primavera y verano… si las encontramos, bien, las comeremos, pero más caras. Siempre hay que rastrear los pasillos del super, dedicarle tiempo a la compra (aunque sea un día a la semana/mes) mejor preparar una lista en casa revisando el frigorífico y la despensa antes de salir. Llevar cuidado con las cabeceras de los pasillos, suelen colocar alimentos apetecibles a la vista del consumidor y lo peor los tiempos de espera en la caja, fijáos en las golosinas (para los más peques que se aburren) y  ahora que viene el buen tiempo aparecerán los helados!!!! El marketing es importante tanto, que para comprar con un presupuesto ajustado hay que ir por delante de ellos! No te dejes engañar!!

Raquel Giner Nutricionista de IntraObes