El zumo aporta más calorías, menos fibra, menos saciedad y la posibilidad de tomar “más de la cuenta” es mucho mayor… entre otras cuestiones.

La Organización Mundial de la Salud (2003) afirma que existe un alto nivel de evidencia acerca del papel protector de la fruta para prevenir la obesidad, hecho que queda reflejado en recientes investigaciones al respecto. Sin embargo, la OMS afirma que los datos científicos muestran una relación probable entre el consumo de zumos de fruta y la obesidad.

La Asociación Americana del Corazón y la Asociación Americana de Diabetes aconsejan disminuir el consumo de zumos de fruta para prevenir la obesidad.

La Asociación Americana del Corazón de nuevo propone como verosímil que la saciedad es menor ante un zumo de fruta que ante una fruta entera y por ello desaconseja el consumo de los zumos de fruta, insistiendo en la importancia de consumir fruta en su estado original, y considerando que las calorías consumidas de forma líquida podrían afectar negativamente a los intentos de conseguir y mantener un peso saludable.

La Academia Americana de Pediatría recomienda aumentar la ingesta de frutas para prevenir el sobrepeso y la obesidad en los niños, siempre y cuando no sea en la forma de zumos de fruta

El Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría afirma que los zumos de fruta no son equivalentes nutricionalmente a las frutas naturales, al carecer de fibra y no estimular la masticación.

Y, por último, la guía de alimentación saludable de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, conocida como Plato de la Alimentación Saludable alude al consumo de zumos de frutas en términos de limitar su ingesta. Y si se consume aconseja no superar la frecuencia diaria de más de un vaso pequeño y nunca en sustitución de la fruta como tal.

Consume fruta. Fruta de verdad.


Fuente: http://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2014/06/06/beber-zumo-de-fruta-no-equivale-a-comer-la-fruta/