OBJETIVOS: un porcentaje considerable de pacientes candidatos a cirugía bariátrica, presentan atracones y comer emocional. A nivel clínico, estos pacientes pueden cumplir criterios de Trastorno por Atracón, según el DSM-IVTR, pero esto resulta insuficiente como método de exclusión para someterse a cirugía bariátrica. Por otro lado, algunos trabajos, se han centrado en dilucidar si estos pacientes presentan una mayor psicopatología y determinadas características de personalidad, a fin de determinar si este subtipo de pacientes requiere una especial atención psicopatológica previa y posterior a la intervención. Nuestros objetivos, dentro de este contexto, son: Identificar si existe un perfil psicopatológico y de personalidad característico de los pacientes que presentan un patrón alimentario alterado y además proponer el empleo de una herramienta que resulte más precisa, que el clásico DSM-IV-TR, para detectar este perfil en los pacientes que presentan atracón y comer emocional. MATERIAL Y MÉTODOS: Nuestra muestra estuvo compuesta por 271 pacientes (206 mujeres; 65 varones) sometidos a cirugía bariátrica (81% BG; 14% TG; 2.2% PLIC ; 0.4% Bypass en Y de Roux). Fueron evaluados previamente a la cirugía en variables psicopatológicas y de personalidad (depresión, ansiedad, distrés, restricción alimentaria, desihibición, neuroticismo y sus respectivas facetas). Los pacientes fueron clasificados en dos grupos: pacientes con y sin presencia de atracones pre-cirugía en base a puntuación de corte 2, en el cuestionario BITE y presencia/ausencia de criterios diagnósticos de trastorno por atracón del DSM-IV-TR. RESULTADOS: Se llevaron a cabo estadísticos descriptivos para la descripción de la muestra y ANOVAs para establecer comparaciones entre los grupos. Los resultados mostraron diferencias estadísticamente significativas en variables de psicopatología y personalidad en prácticamente todas las variables evaluadas entre pacientes con y sin patrones de atracón y comer emocional: depresión, ansiedad estado y rasgo, distrés psicológico, desinhibición y restricción alimentaria, y neuroticismo (incluyendo las facetas ansiedad, depresión, desconcierto, impulsividad y vulnerabilidad). Sin embargo, dichas diferencias desaparecen cuando los grupos se comparan en función de la presencia/ausencia de criterios diagnósticos de trastorno por atracón del DSM-IV-TR. CONCLUSIONES: consideramos que el empleo de un punto de corte de 2 en el cuestionario BITE puede constituir un valor de cribado de aquellos pacientes con patrones de comer emocional que con alta probabilidad presentarán psicopatología adicional pre-cirugía. Con ello, este dato puede alertar al equipo terapéutico, que de este modo podrá optimizar el manejo terapéutico de estos pacientes durante el tratamiento de pérdida de peso.