A menudo los pacientes no conocen todos los detalles de su cirugía bariátrica. Es útil e importante guardar un registro de los datos técnicos de la cirugía.

Un ejemplo significativo es el bypass gástrico en Y de Roux, donde el paciente debe conocer:

          -Las longitudes de asa biliar y alimentaria.

Su importancia radica en que un asa alimentaria de 150 cm o menos parece guardar relación 5-10 años después de la cirugía con recuperaciones de peso (actualmente se recomiendan de al menos 250 cm). Por citar otro ejemplo, las asas biliares de 200 cm o más son mucho más eficaces contra la diabetes tipo 2.

-Si la anastomosis gastroyeyunal es antecólica o retrocólica y si el ojal del mesocolon está cerrado. Pueden surgir complicaciones derivadas de hernias en estos ojales. No son frecuentes. Actualmente la tendencia es hacer la anastomosis G-Y antecólica.

-Un detalle importante: Si el ojal en el mesenterio que genera la anastomosis yeyuno-yeyunal (o pie de asa en Y de Roux) está cerrado o no. El bypass gástrico en Y de Roux tiene una complicación temible al cabo de varios años con una incidencia de un 3-4% de casos: la hernia interna. Esta complicación si no es diagnosticada y tratada en horas puede conllevar complicaciones gravísimas. Consiste en que a través de ese ojal se introduce un asa de intestino que acaba estrangulándose e incluso perforándose.

Se ha intentado minimizar el riesgo de esta grave complicación suturando este ojal para disminuir la incidencia de hernias.

Pero, ¿realmente se consigue disminuir esta incidencia cerrando el ojal?

Para responder a esta pregunta se ha publicado en Obesity Surgery el estudio «Calidad de vida relacionada con la salud después de la cirugía de bypass gástrico laparoscópico con o sin cierre de los defectos mesentéricos: ensayo clínico aleatorizado».

Este estudio evaluó no solo las complicaciones agudas (hernia-obstrucción) sino la incidencia de suboclusiones-maldigestiones asociadas a la cirugía del bypass en Y de Roux.

Para ello se midió el indicador HRQoL (calidad de vida relacionada con la salud o CVRS) después de la cirugía laparoscópica de bypass gástrico (utilizando la escala OP).

Entre mayo de 2010 y noviembre de 2014, un total de 2.507 pacientes fueron asignados al azar para realizarles un cierre de los defectos mesentéricos (n = 1.259) o no cierre (n = 1.248).

Las principales variables analizadas del estudio fueron la reoperación por obstrucción del intestino delgado, la complicación postoperatoria severa temprana, y la calidad de vida relacionada con la salud.

Dos años después de la cirugía, 78 pacientes (probabilidad acumulada 6,4%) con no cierre de los defectos mesentéricos y 51 pacientes (probabilidad acumulada 4,1%) con defectos mesentéricos cerrados habían sido reoperados por obstrucción del intestino delgado, sin que estas diferencias se consideren estadísticamente significativas.

A los 1 y 2 años después de la cirugía, la CVRS mejoró en ambos grupos. La escala OP no presenta diferencias en la evolución entre ambos grupos. 

Este estudio es el primero en comparar HRQoL en pacientes después de cirugía laparoscópica de bypass gástrico con o sin cierre de defecto mesentérico. Estos resultados indican que el cierre del defecto mesentérico durante la operación primaria no afecta a la CVRS después de la cirugía.

Pese a ello, los resultados de este estudio no invalidan la recomendación de que los defectos mesentéricos deben ser rutinariamente cerrados durante el bypass gástrico en Y de Roux aunque su verdadera utilidad todavía no esté aclarada.  

 

Frente al bypass en Y de Roux, la principal ventaja del minibypass gástrico es que no genera ojales en el mesenterio.